domingo, 11 de diciembre de 2011

Lo que pensamos sobre "la presidente / la presidenta"

Las palabras no son sólo letras juntas guiadas por un manual. Contienen algo invisible a los ojos, el peso histórico, social y cultural.

La palabra "vecinos", antes de 1810, en lo que ahora es Argentina, significaba algo diferente a lo que significa hoy. Los vecinos eran sólo las personas que tenían "casa poblada" en la ciudad. La palabra "vecino" estaba asociada a una posición social. Con el paso del tiempo y la inclusión de las capas sociales más bajas en el juego político, la palabra "vecinos" fue mutando hasta llegar a significar lo que significa hoy.

La palabra presidenta, aceptada por la RAE, recorre un camino similar. No debemos preguntarnos cuál es la regla que debe aplicarse, sino qué fue lo que hizo que esa palabra sea aceptada por una institución lingüística. La respuesta surge de entender que en esa palabra (dentro de ella, invisible a los ojos) hay luchas sociales y culturales que vienen desde hace mucho tiempo. Pocos cuestionan la existencia de "sirvienta" aunque rompa la misma regla ortográfica, simplemente porque no tienen un peso político visible.


El idioma y sus usos están vivos, mutan por muchos motivos.